viernes, 10 de octubre de 2008

La Actitud y la Imagen del Asistente Administrativo del Siglo XXI


La actitud profesional en el asistente administrativo es de suma importancia para la empresa en el siglo XXI, ya que ésta representa el lugar para el cual trabaja desde la apariencia física hasta la forma de expresarse.
Muchas personas tienen una imagen negativa de los asistentes administrativos, esto se ve reflejado en las películas, parodias, entre otras, cuando presentan al asistente mascando chicle, hablando por teléfono, pintándose las uñas y en ocasiones siendo descortés. Es muy probable que esto se deba al poco profesionalismo que han mostrado algunos asistentes y por lo que juzgan a todos por igual.
Debido a estas razones las universidades y otras instituciones que enseñan esta profesión han enfatizado ciertos puntos como la etiqueta y la ética en el área de trabajo, las relaciones interpersonales en la oficina y la apariencia personal del asistente. La actitud profesional se refleja en la apariencia personal, ya que el asistente debe poseer una vestimenta adecuada, maquillaje y accesorios sencillos para lucir bien y no causar una mala impresión o verse desagradable.
El asistente administrativo debe tener una presencia nítida en todo momento. Su forma de vestir le dará una idea de quién es usted a las personas que le visiten. Por esto se recomienda el uso de uniformes en las oficinas. Para mostrar una actitud profesional el asistente administrativo debe ser educado y estar preparado para hablar correctamente y desenvolverse libremente. Debe mostrar seguridad de sí mismo para ofrecer confianza a quienes le observan. Debe también ser amable y hasta en los peores momentos conservar la cordura y comportarse como profesional.
La misión del asistente administrativo es asistir, ayudar y facilitar con su conocimiento, destrezas, habilidades y valores al lugar donde trabaja para lograr los objetivos y alcanzar las metas del mismo.